El 21 de junio, sobre las 8:15 horas, el capitán de fragata Domingo Olivo Esparza viajaba junto a otros cinco oficiales del Ejército en una furgoneta oficial conducida por un funcionario civil. Los seis militares iban camino de las sedes del Estado Mayor de la Defensa y Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional. Cuando circulaban por la calle madrileña de Joaquín Costa, muy cerca de la glorieta López de Hoyos, un coche-bomba, activado a distancia por miembros de ETA, explosionó a su paso. Otros 40 transeúntes resultaron gravemente heridos.
Olivo, de 45 años, era natural de la pedanía de Balsapintada, en Fuente álamo (Murcia). Estaba casado y tenía cuatro hijos de entre 11 y 18 años. Estuvo destinado en la base naval de Cartagena (Murcia) la mayor parte de su carrera, pero llevaba dos años trabajando en la base aérea de Torrejón (Madrid) y estaba adscrito al Estado Mayor Conjunto del Ministerio de Defensa. Era diplomado en Guerra Naval y experto en telecomunicaciones. En Cartagena realizó diferentes labores en la base militar y en la Escuela de Submarinos.
Relato completo del atentado en Javier Baró Díaz de Figueroa.
Véase también José Manuel Calvo Alonso, José Alberto Carretero Sogel, Fidel Dávila Garijo, Pedro Robles López y Juan Romero Álvarez.