A dos días de la celebración de las elecciones generales, un etarra asesino de cinco tiros al exconcejal del PSOE Isaías Carrasco cuando salía del portal de su casa en la localidad guipuzcoana de Mondragón para ir a trabajar. Tenía 43 años, estaba casado y tenía tres hijos: Sandra, de 20 años; Naiara, de 17 y Adei, de cuatro. La mujer de Isaías, María Ángeles, y su hija mayor escucharon los disparos desde la casa.
Carrasco fue desde junio de 2003 hasta mayo de 2007 concejal del Consistorio de Mondragón. Dejó la política y comenzó a trabajar en la empresa pública Bidelan, encargada del peaje de la autopista AP-1. En las elecciones municipales de 2007 se había presentado en el sexto puesto de las listas electorales del Partido Socialista de Euskadi (PSE-EE). Finalmente solo resultaron elegidos cuatro concejales de esa formación y el gobierno municipal fue controlado por el partido Acción Nacionalista Vasca (ANV), que en 2008 fue ilegalizado por su vinculación con ETA. A pesar de dicha ilegalización, ANV siguió gobernando en ese Ayuntamiento. Tras abandonar su cargo político, Isaías decidió renunciar a su escolta a pesar de la insistencia de sus compañeros y amigos para que no lo hiciera.Sus padres y abuelos habían nacido en el pueblo zamorano de Morales de Toro y desde allí habían emigrado a Guipúzcoa, donde nació y creció Isaías. El 5 de enero de 2008 la organización terrorista advirtió en un comunicado reproducido en Gara de que «los militantes del PSOE deberían reflexionar sobre las consecuencias que acarrean para todos estas situaciones». Se referían los terroristas a la ruptura de la negociación entre el Gobierno y la banda que fue seguida de diversos atentados terroristas.
Mondragón estuvo gobernada durante quince años por Herri Batasuna Y después por ANV. En esa misma localidad fue donde terroristas de ETA mantuvieron secuestrado durante 532 días al funcionario de prisiones José Ortega Lara y donde el 6 de enero de 2008 fueron detenidos Igor Portu y Martín Sarasola, presuntos autores materiales del atentado de la T-4 en Barajas en el que fueron asesinados Carlos Alonso Palate Sailema y Diego Armando Estacio Sivisapa. El domingo 9 de marzo, dos días después del asesinato de Isaías Carrasco, la directiva del Athletic de Bilbao decidió guardar un minuto de silencio por la muerte del militante socialista. Era la primera vez en la historia de este club que se tomaba una iniciativa de esas características tras un atentado terrorista. Sin embargo, el homenaje que se pretendía brindar a la víctima en San Mamés fue saboteado por radicales que profirieron insultos y provocaciones, de manera que el anunciado silencio solo duró ocho segundos.
La revista de la Fundación Víctimas del Terrorismo (FVT), en su número de 22 de marzo de 2008, narraba así el funeral por Isaías Carrasco: Mientras las campañas tañían, a las cinco en punto, el féretro del exconcejal salió del consistorio a hombros de dirigentes del partido en Euskadi, entre ellos Patxi López, Miguel Buen y el presidente del Senado, Javier Rojo. Por encima de sus cabezas ondeaba un gran mosaico de fotos del fallecido con la leyenda «todos somos Isaías». Entre tanto, el pueblo de Mondragón permanecía impasible. Solo unos centenares de vecinos se atrevieron a salir a la calle, mientras otros muchos seguían el cortejo entre las ventanas entreabiertas de sus casas.
Juan Manuel Piñuel Villalón, melillense de 41 años, casado y con un hijo, llevaba dos meses en el cuartel de Legutiano y ya había pedido el traslado a Andalucía, porque él y su familia residían en Málaga. Murió por la explosión de un coche-bomba colocado por ETA cerca de la casa-cuartel donde trabajaba la madrugada del 14 de mayo de 2008. Su cuerpo fue encontrado entre las paredes derruidas de la sala de comunicaciones del cuartel.
El funeral de Juan Manuel se hizo en la catedral de Vitoria y asistieron miles de personas. Fue incinerado en el malagüeño cementerio de San Gabriel.
El brigada del Ejército de Tierra, Luis Conde de la Cruz, de 46 años, era natural de Pinilla de Ambroz (Segovia). Casado y padre de un hijo, fue asesinado por ETA en un atentado con coche-bomba contra el Patronato Militar Virgen del Puerto de Santoña (Cantabria), la residencia militar en la que pasaba unos días de vacaciones, el 22 de septiembre de 2008.
Conde Ingresó en el Ejército en 1981 y, después de ascender a brigada en julio de 2000, fue destinado en la Academia de Artillería. Recibió la Cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo (2001), la Encomienda de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo (2006) y la Medalla al Mérito Militar, a título póstumo.
El empresario Ignacio Uría Mendizábal, de 70 años, casado, con cinco hijos y vinculado con las obras del Tren de Alta Velocidad (TAV) vasco, fue asesinado cuando se dirigía al restaurante Kiruri, en la guipuzcoana Azpeitia, donde solía ir a jugar a las cartas con los amigos, el 3 de diciembre de 2008. Dos terroristas le dispararon hasta la muerte cuando aparcó su coche cerca del establecimiento.