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Víctor Manuel Puertas Viera
Policía municipal. 16 septiembre 1991 Muchamiel Alicante (España)

Víctor Manuel Puertas tenía 21 años y llevaba dos como policía local interino en Muchamiel. Dos de sus hermanos eran miembros del mismo cuerpo policial. Colaboró con la Cruz Roja, primero como voluntario y, después, al cumplir el Servicio Militar, en el área de salvamento marítimo y socorrismo.

El 16 de septiembre de 1991, el policía local Víctor Manuel falleció junto a su compañero José Luis Jiménez Vargas y el conductor de grúa Francisco Cebrián Cabezas cuando intentaban estacionar un coche en el depósito municipal de vehículos de Muchamiel. Los tres hombres no se percataron de que el coche que conducían escondía dentro una bomba colocada por ETA. El vehículo se había empotrado por error contra la fachada de una sucursal bancaria en la avenida Carlos Soler de Muchamiel, aunque el objetivo de los etarras era volar por los aires el edificio del acuartelamiento de la Benemérita, situado a pocos metros de donde habían recogido el turismo.

La misa funeral se ofició en la iglesia de El Salvador de Muchamiel. Al día siguiente se realizó un segundo acto religioso en el mismo lugar al que asistieron más de diez mil personas. En 2007 pusieron el nombre de los fallecidos a tres calles del pueblo de Muchamiel.

Relato completo del atentado en José Luis Jiménez Vargas.

Véase también Francisco Cebrián Cabezas.

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Francisco Carballar Muñoz
Teniente de Artillería del Ejército de Tierra 17 octubre 1991 Madrid (España)

Francisco Carballar Muñoz, de 47 años, casado y padre de cinco hijos, estaba destinado en el acuartelamiento del Regimiento de Artillería RACA XI de Madrid.

En la madrugada del 17 de octubre de 1991, la organización terrorista ETA colocó tres bombas en tres coches. Las explosiones tuvieron lugar entre las 7:55 y las 11:20 horas. Una persona murió, tres resultaron heridas de extrema gravedad y dos con lesiones leves.

La primera explosión se produjo en la calle Duquesa de Parcent, antes de las 9:00 horas. Afectó al teniente del Ejército de Tierra, Francisco Carballar Muñoz, cuando iba a iniciar su jornada laboral en la Academia de Artillería en el barrio de Fuencarral, donde se encargaba de examinar a soldados conductores. La bomba estaba situada en el asiento de su coche y explotó al arrancar provocándole la muerte en el acto. En el atentado fue herida leve una niña de 8 años.

La misma tarde se celebró en el Gómez Ulla una misa por Francisco. Fue enterrado en el cementerio de Santa Olalla del Cala (Huelva), localidad natal de la víctima. Asistió a las honras fúnebres un millar de personas.

El segundo atentado se produjo una hora después, a escasos 200 metros del anterior, en la calle Camarena. Resultaron heridas de extrema gravedad María Jesús González Gutiérrez y su hija de 13 años, Irene Villa González.

La tercera explosión ocurrió hacia las 11:20 horas, en la calle Pablo Casals, en el interior del coche del comandante de Infantería Rafael Villalobos Villa. El oficial sufrió lesiones de extrema gravedad. También fue herida de gravedad su hermana María Antonia.

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Eduardo Sobrino González
Guardia civil 23 octubre 1991 San Sebastián Guipúzcoa (España)

Eduardo Sobrino González, de 34 años y natural de Vigo, estaba soltero. Era hijo de un guardia civil retirado. Llevaba 14 años destinado en el País Vasco, donde prestaba servicio en la Unidad Núcleo de Servicios y en los últimos meses realizaba labores de vigilancia en edificios públicos.

El 23 de octubre, sobre las 23:30 horas, los agentes de la Guardia Civil, Eduardo Sobrino González y Juan Carlos Trujillo García, estaban tomando un café después de cenar en el bar Puente, del barrio donostiarra de Eguía. El local era frecuentado por miembros de la Benemérita destinados en el cuartel de Intxaurrondo. Dos etarras les tirotearon por la espalda a través de la cristalera que separaba el bar de la calle. Murieron en el acto.

El funeral por los dos agentes se celebró al día siguiente en la parroquia donostiarra de la Sagrada Familia.

Véase también Juan Carlos Trujillo García.

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Juan Carlos Trujillo García
Guardia Civil 23 octubre 1991 San Sebastián Guipúzcoa (España)

Juan Carlos Trujillo, de 25 años y natural de Argamasilla de Calatrava (Ciudad Real), estaba soltero y llevaba 6 años destinado en el País Vasco. Pertenecía a la Unidad Núcleo de Servicios de la Benemérita, donde realizaba labores de vigilancia en edificios públicos. Su padre, Luis Trujillo, también había sido guardia civil.

Hacia las 23:30 horas, los guardias civiles Juan Carlos Trujillo García y Eduardo Sobrino González estaban cenando en el bar Puente, un restaurante del barrio donostiarra de Eguía donde solían ir miembros de la Guardia Civil destinados en el cuartel de Intxaurrondo. Estaban sentados de espaldas a una cristalera, cuando dos etarras encapuchados se acercaron a ellos y les dispararon desde la calle Río Deva a través de los cristales. Los dos agentes murieron en el acto.

Fue enterrado en la localidad cántabra de Castro Urdiales, donde vivía su familia. Al funeral asistieron cientos de personas que rindieron homenaje al agente.

Véase también Eduardo Sobrino González.

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Fabio Moreno Asla
Niño de dos años 7 noviembre 1991 Erandio Vizcaya (España)

En 1991, ETA mató a siete niños —uno en San Sebastián, cinco en Vic (Barcelona) y uno en Erandio— e hirió a otros menores de edad.

Fabio Moreno Asla tenía 2 años y había nacido en Bilbao. Su madre y toda su familia materna eran vascos. Su padre y varios miembros de su familia eran guardia civiles. Murió tras la explosión de una bomba colocada por miembros de ETA en el coche de su padre en la localidad vizcaína de Erandio.

Tres días antes del atentado, los etarras Juan Carlos Iglesias Chouzas, Gadafi, y Francisco Javier Martínez Izaguirre fueron a la casa del guardia civil Antonio Moreno Chica, el padre de Fabio. Localizaron su automóvil, y mientras Martínez vigilaba, Iglesias forzó la puerta delantera derecha y colocó la bomba debajo del asiento del copiloto.

El 7 de noviembre de 1991, Antonio tenía la intención de ir a la piscina con sus mellizos. Antes de montar en el coche miró los bajos para comprobar que no había ninguna bomba. Después todos montaron en el vehículo. Cuando iban por la calle Tartanga, hacia las 16:45 horas, la bomba se activó en una curva. Fabio murió en el acto y su hermano Alexander sufrió quemaduras en una pierna y perforación en un tímpano. Su padre estuvo incapacitado 852 días y posteriormente fue declarado inválido para ejercer su profesión. Los etarras sabían que Antonio iba y volvía de su trabajo en tren y que exclusivamente usaba el coche en compañía de su familia.

Fabio fue enterrado en el cementerio vizcaíno de Derio.

Martínez fue condenado a 85 años de prisión e Iglesias a 82 años de cárcel. Además tenían que indemnizar a los herederos de Fabio y a los dos heridos. Rosa María Arana fue absuelta, el tribunal le aplicó el principio in dubio pro reo (en caso de duda, a favor del reo).

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Pedro Carbonero Fernández
Sargento de la Guardia Civil 19 noviembre 1991 Galdácano/Galdakao Vizcaya (España)

Pedro Carbonero Fernández, de 54 años y natural de Peraleda de San Román (Cáceres), estaba viudo y tenía cuatro hijos, tres chicos y una chica, de entre 27 y 22 años. Llevaba 17 años destinado en la localidad vizcaína de Galdácano, donde era jefe del puesto de la Benemérita de esa ciudad.

Los terroristas Juan Carlos Iglesias Chouzas, alias Gadafi, y Javier Martínez Izaguirre habían estado vigilando a Pedro Carbonero Fernández para conocer sus costumbres.

El 18 de noviembre de 1991, Juan Manuel Tobalina Rodríguez llevó a los etarras en coche hasta Galdácano, donde robaron un taxi a mano armada. Ese día no localizaron al agente, por lo que al día siguiente, por la tarde, Iglesias y Martínez volvieron a Galdácano. Robaron un taxi y fueron a la calle Juan Bautista Uriarte, donde localizaron al sargento Carbonero, que volvía al cuartel de la Guardia Civil con su pareja. Chouzas se acercó por la espalda y le disparó. Carbonero cayó al suelo herido y el criminal le remató con un tiro en la cabeza.

Chouzas se dirigió al taxi robado donde le esperaba Martínez para darse a la fuga. Después se alojaron en el domicilio de Tobalina en Basauri.

Fueron condenados los etarras Martínez, como autor del asesinato, a 30 años de reclusión mayor; Tobalina, como encubridor, a 10 años y 1 día de prisión mayor; e Iglesias a 30 años de reclusión. Además, debían indemnizar a los herederos de Carbonero.

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José Javier Urritegui Aramburu
Propietario de pub. 25 noviembre 1991 San Sebastián Guipúzcoa (España)

El 25 de noviembre, sobre las 23:00 horas, José Javier Urritegui Aramburu estaba trabajando en la barra del pub Chaplin, en el barrio donostiarra de Larracho. Dos etarras entraron en el local y le dispararon varias veces, muriendo poco antes de que llegara la asistencia sanitaria. Los dos terroristas se dieron a la fuga en un coche robado en dirección a Pasajes, donde abandonaron el vehículo.

ETA justificó el asesinato vinculando al propietario del pub Chaplin con el tráfico de drogas. Los etarras cometieron el asesinato por error. José Javier, de 24 años, había alquilado el local a su anterior dueño, quien traspasó el negocio por las amenazas recibidas por ETA que le implicaban con el narcotráfico.

Dos días después se celebró el funeral de José Javier en la parroquia de San Pedro de Lasarte.

Los etarras Mario Artola Mendibe y Oroitz Salegi García fueron condenados a 30 años de reclusión mayor y debían indemnizar a los herederos de Urritegui de forma conjunta y solidaria.

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Francisco Javier Delgado González-Navarro
Policía nacional. 13 diciembre 1991 Barcelona (España)

El policía nacional Francisco Javier Delgado, de 27 años, era natural de Fregenal de la Sierra en Badajoz. Estaba casado con una funcionaria valenciana de la Brigada de Policía Judicial. Barcelona fue su primer destino.

El 13 de diciembre, José Ángel Garrido Martínez y Francisco Javier, ambos policías nacionales, fueron a un comercio en la calle barcelonesa de Caballero, cuando dos etarras, José Luis Urrusolo Sistiaga y Juan Jesús Narváez Goñi, entraron en el local y les tirotearon por la espalda y a bocajarro. Francisco Javier murió en el acto, mientras que Garrido Martínez lo haría dos horas y media después en el hospital Clínico.

Sus cuerpos fueron trasladados desde Barcelona hasta el cementerio general de Valencia para ser enterrados.

Urrusolo fue condenado a 30 años de cárcel y a pagar una indemnización a los familiares de las víctimas.

Véase también José Ángel Garrido Martínez.

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José Ángel Garrido Martínez
Policía nacional 13 diciembre 1991 Barcelona (España)

José Ángel Garrido Martínez, de 28 años, era natural de Valencia. Se casó 17 días antes de su asesinato. Estaba en prácticas en el Cuerpo Nacional de Policía desde hacía unos meses, tras superar las últimas pruebas en la Escuela de Policía de ávila. Fue enviado a Barcelona para reforzar la seguridad de los Juegos Olímpicos de 1992. Murió junto a su compañero, Javier Delgado González-Navarro, tiroteado por ETA.

El 13 de diciembre de 1991, a mediodía, José Ángel y Francisco Javier estaban en un comercio en la calle Caballero de Barcelona, cuando entraron en el establecimiento los etarras José Luis Urrusolo Sistiaga y Juan Jesús Narváez Goñi, que les tirotearon hasta matarles.

Véase el relato completo del atentado en Francisco Javier Delgado González-Navarro.