Vicente López Jiménez, vendedor de prensa donostiarra. de 52 años y soltero, fue asesinado a tiros mientras aparcaba su moto el 13 de diciembre de 1990.
Tras el atentado, un individuo llamó a la Asociación de Auxilio en Carretera Detente y Ayuda (DYA) en nombre de ETA para informar de que habían asesinado a Vicente, calificándolo de chivato de la policía en Ulía, algo que negaron sus familiares y amigos.
Vicente era muy popular y querido en el barrio de Amara por recaudar dinero para los presos.
Francisco Javier Balerdi Ibarguren fue condenado a 30 años de reclusión mayor por las labores de vigilancia previas al asesinato y tuvo que indemnizar económicamente a los herederos de Vicente.