El teniente coronel Pedro Antonio Blanco García, de 47 años, era natural de Madrid, tenía mujer y dos hijos.
El 21 de enero de 2000, pasadas las 8:00 horas, estalló un coche-bomba colocado por ETA cuando Blanco pasó por la calle de Pizarra, esquina con paseo de Virgen del Puerto. Blanco se dirigía al vehículo oficial que le llevaría al trabajo. Poco más tarde, los etarras explotaron un segundo coche-bomba a pocos metros de una guardería infantil y del lugar del atentado.
Su funeral fue oficiado en el Cuartel General del Ejército y le concedieron la Cruz del Mérito Militar a título póstumo.