El 2 de agosto de 1968 Melitón Manzanas, jefe de la brigada político social en Guipúzcoa, entraba en su casa de Irún cuando sonó un disparo y el hombre, alcanzado por la espalda, cayó al suelo. Su mujer vio al agresor —un individuo de unos veinticuatro años, de estatura media, con bigote y largas patillas— y forcejeó con él. A pesar de ello, el pistolero logró hacer varios disparos más. El de Melitón Manzanas fue el primer asesinato premeditado de ETA. Xabier Izko de la Iglesia se encargó de organizarlo y fue condenado en el Consejo de Guerra de Burgos de 1970 como autor material del atentado, aunque siempre negó haber sido quien disparó. El policía había sido acusado por miembros de la oposición al franquismo de malos tratos y torturas a los detenidos, atestiguadas ya en democracia por muchas de sus víctimas, entre ellas destacados políticos y escritores.