María José García Sánchez, de 23 años y soltera, fue la primera agente de policía asesinada en un atentado terrorista, durante un operativo antiterrorista en Zarautz. Hija de un guardia civil, pertenecía a la primera promoción de mujeres inspectoras del Cuerpo Superior de Policía. Tras asistir a la Academia fue destinada a la Brigada de Estupefacientes de Sevilla y, posteriormente, a la Brigada Central de Información. En sus dos años de servicio activo había acumulado diez menciones oficiales por su trabajo. Aquel 16 de junio de 1981, mientras María José y su grupo se disponían a registrar una vivienda sita en una urbanización de Zarautz en la que supuestamente se escondían miembros del Comando Goierri, fue asesinada de un tiro en la cabeza por terroristas que huían del lugar por las escaleras del edificio.
Juan María Tapia Irujo fue condenado el 15 de abril de 1988 a una pena de 7 años de prisión mayor por ocultar a los asesinos de la inspectora, además de tener que indemnizar a sus herederos.