El policía nacional Manuel Fuentes Pedreira, de 38 años, vivía cerca del frontón Santa Isabel en Arrigorriaga (Vizcaya), donde le mataron dos terroristas el 10 de mayo de 1986. Aquel día, tras acabar un partido de pelota, estaba sentado en una de las gradas y esperaba su turno, cuando un hombre y una mujer se sentaron detrás de él. La mujer le disparó por la espalda en la cabeza. Huyeron en un taxi robado en el que les esperaba un tercer terrorista.
Manuel era natural de La Golada (Pontevedra) y llevaba cuatro años viviendo en Vizcaya con su novia, Dolores Quintanilla. Estaba destinado en el Parque Móvil de Bilbao. En 2007 se colocó una placa en memoria de Manuel en el frontón donde fue asesinado.