Luis Francisco Sanz Flores hubiese cumplido veinticinco años el día siguiente del atentado que le costó la vida y a otras cuatro personas, entre ellas la de Juan María de Araluce, presidente de la Diputación de Guipúzcoa cuando tres etarras acribillaron con más de un centenar de balas los coches en que viajaban. Luis Francisco, escolta de Araluce, era natural de Madrid, donde nació el 5 de octubre de 1951. Se había casado quince días antes con una mujer donostiarra.
Miles de personas presenciaron el 6 de octubre en Madrid el traslado de los cadáveres de Luis Francisco Sanz y Antonio Palomo Pérez en un ambiente tenso pero sin incidentes. En las inmediaciones de San Sebastián de los Reyes, a unos veinte kilómetros de Madrid, varios centenares de personas, en su mayor parte funcionarios de Policía que esperaban la llega da de los furgones mortuorios, formaron un cortejo fúnebre hasta la Puerta del Sol. Finalizado el acto religioso, fueron sacados los féretros a hombros de compañeros, familiares y amigos, y recibidos por la multitud que se agolpaba en las inmediaciones de la iglesia con una ovación.