El guardia civil Leucio Revilla Alonso, natural de Benavente (Zamora), estaba soltero y tenía 25 años cuando murió en un atentado de ETA.
La mañana del 11 de noviembre de 1978, una patrulla de la Segunda Comandancia Móvil de la Guardia Civil, con base en Logroño, viajaba en dos Land Rover tras haber prestado servicio en la carretera que une Beasain con Zumarraga. En el término de Ezkio, miembros del comando Urola de ETA habían colocado una bomba escondida en un terraplén, que se activaba a distancia.
Al pasar el segundo vehículos, los terroristas hicieron estallar el artefacto, que alcanzó a tres agentes. Dos de ellos, el cabo José Rodríguez de Lama y el guardia civil Leucio Revilla Alonso, salieron expulsados del coche y murieron. El guardia civil Francisco Córdoba Ramos resultó gravemente herido. La intención de los terroristas era alcanzar a los dos automóviles, pero justamente antes el primer Land Rover adelantó a un camión, por lo que se había distanciado del segundo.
María Mercedes Galdós Arsuaga fue condenada a 27 años de reclusión mayor por cada uno de los asesinatos consumados y a cuatro penas de 17 años de prisión menor por los frustrados. Félix Ramón Gil Ostoaga fue condenado a una pena de 29 años y a otra de 27 de reclusión mayor. Ambas sentencias obligaban al pago conjunto y solidario de una indemnización a los herederos de José Rodríguez y Leucio Revilla. Se incluía también una indemnización para Francisco Córdoba, por las heridas sufridas.
Mercedes Galdós salió de prisión el 30 de septiembre de 2005. Gil Ostoaga, extraditado por Francia en 1994, fue puesto en libertad el 9 de octubre de 2002. Pocas semanas después, el 23 de noviembre, se suicidó con una escopeta de caza.
Véase tambiénJosé Rodríguez de Lama.