Juan Fructuoso Gómez, de 29 años, era técnico de ingeniería industrial. El 2 de abril sobre las 22:00 horas, Juan fue a visitar a su hermano Jesús. Antes se detuvo para hablar con su esposa desde una cabina telefónica en el cruce de la avenida Vizcaya y Josep Estivill de Barcelona. En ese momento un coche-bomba aparcado por ETA explotó al paso de una patrulla de la Guardia Civil.
Fructuoso murió en el acto y los agentes José Manuel Fernández Cubillo y Juan García Estévez, que viajaban en el coche oficial, fueron gravemente heridos. También resultaron heridos algunos transeúntes que se encontraban en la zona. Tres edificios y más de una decena de coches quedaron destrozados por la onda expansiva.
Cinco días después, ETA envió un comunicado a los medios vascos en el que lamentaba la muerte de Fructuoso.
Los etarras Domingo Troitiño Arranz y Josefina Mercedes Ernaga Esnoz fueron condenados a una pena de 168 años de cárcel y Rafael Caride Simón a 95 años de reclusión. Además, debían indemnizar económicamente a los herederos de Fructuoso y a los heridos por el atentado.