Juan Carlos Ribeiro de Aguiar Nalda, portugués de 33 años, vecino del barrio de San Pelayo, de Bakio (Vizcaya), fue encontrado muerto con cinco impactos de bala la noche del 5 de octubre de 1982. Su cuerpo apareció en una cuneta de la carretera que unía Bakio con Bermeo. Fue visto por última vez acompañando a una joven hasta el autobús, después de haber estado en bares de Bermeo. Ningún grupo asumió la autoría del asesinato.