José Verdú, de 31 años y natural de Alicante, llevaba menos de un año destinado en el País Vasco. Estaba casado y tenía dos hijos.
A las 23:00h, José se dirigía a su casa, en la calle Guipúzcoa de Galdácano (Vizcaya). En la puerta de su casa le esperaban varios miembros de ETA. José se dio cuenta y sacó su arma, pero no tuvo tiempo de reaccionar. Le dispararon dos tiros en la cabeza que le hirieron gravemente. Los terroristas se montaron en un coche y se dieron a la fuga.
José fue trasladado en primer lugar a la clínica Virgen Blanca, de Bilbao, pero la gravedad de las heridas aconsejó su posterior traslado al Hospital de Basurto, donde murió doce días después.