El 25 de noviembre, sobre las 23:00 horas, José Javier Urritegui Aramburu estaba trabajando en la barra del pub Chaplin, en el barrio donostiarra de Larracho. Dos etarras entraron en el local y le dispararon varias veces, muriendo poco antes de que llegara la asistencia sanitaria. Los dos terroristas se dieron a la fuga en un coche robado en dirección a Pasajes, donde abandonaron el vehículo.
ETA justificó el asesinato vinculando al propietario del pub Chaplin con el tráfico de drogas. Los etarras cometieron el asesinato por error. José Javier, de 24 años, había alquilado el local a su anterior dueño, quien traspasó el negocio por las amenazas recibidas por ETA que le implicaban con el narcotráfico.
Dos días después se celebró el funeral de José Javier en la parroquia de San Pedro de Lasarte.
Los etarras Mario Artola Mendibe y Oroitz Salegi García fueron condenados a 30 años de reclusión mayor y debían indemnizar a los herederos de Urritegui de forma conjunta y solidaria.