Joaquín Imaz Martínez (Pamplona, 1927) comandante jefe de la Policía Armada de Pamplona, casado y con una hija pequeña, tenía 50 años cuando le asesinaron el 26 de noviembre de 1977. Joaquín, que estaba amenazado de muerte, se negaba a tener escolta o llevar un arma. Solía decir a sus amigos: “Sería inútil, pues si han de matarme, lo harán por la espalda”. Finalmente así fue. Aquel 26 de noviembre, cuando se dirigía a su coche, varios miembros de ETA le dispararon por la espalda en la cabeza y lo remataron con un tiro en la sien. Su cuerpo fue encontrado al pie de un árbol, cubierto por una manta, en los aparcamientos contiguos a la plaza de toros de Pamplona. Su asesinato fue el primero que la banda terrorista cometió en Navarra. El etarra Francisco Javier Martínez Apesteguia fue condenado por su participación en el crimen.
Joaquín Imaz ingresó en 1946 en la Academia Militar y su primer destino fue el Sáhara con el grado de teniente. En Santa Cruz de Tenerife desempeñó funciones en la Policía Armada. Fue nombrado ayudante del comandante en Bilbao. Ascendió a capitán y se reincorporó al Ejército. Ya con el grado de comandante, volvió a la Policía Armada y fue destinado a San Sebastián, donde permaneció más de un año. Desde allí se trasladó de nuevo a Pamplona, su ciudad natal, dondefue asesinado.