Ignacio Lasa de Rezola tenía 38 años, estaba soltero y era propietario del bar Lasa, en Azpeitia (Gipuzkoa).
La noche del 6 de diciembre de 1980, dos miembros de los Comandos Autónomos Anticapitalistas entraron en su bar. Ignacio estaba acompañado de una tía y no había ningún cliente. Los terroristas obligaron a la tía a pasar a una habitación y comenzaron a hacer preguntas a la víctima. Después de arrancar los cables del teléfono le dispararon en la cabeza y huyeron en un coche robado.
El terrorista Juan Carlos Arruti Azpitarte fue condenado a 29 años de prisión mayor y a una indemnización a los herederos de Ignacio.