Francisco Gómez Vaquero, de 31 años, fue rescatado aún con vida debajo de los escombros de la cafetería Rolando, en la calle Correo de Madrid, un hecho “milagroso” según los responsables de la Cruz Roja que intervinieron en el rescate. Desgraciadamente, Francisco, que trabajaba como cocinero de la cafetería, falleció posteriormente en el hospital Clínico al que fue trasladado. Su esposa, Blanca Condado Aguilar, tenía veinte años y dos hijos cuando quedó viuda y tuvo que ponerse a trabajar como asistenta para sacar adelante a los niños, pues hasta muchos años más tarde no recibió una pensión.