Cuatro balas hirieron de muerte a Fermín Monasterio el 9 de abril de 1969. Nacido en Burgos, tenía 38 años, esposa, tres hijas y llevaba cinco años trabajando en Bilbao. Aquel día circulaba por el casco viejo mientras cuatro miembros de ETA, Mario Onaindia, Txutxo Abrisketa, Víctor Arana y Miguel Echevarría, regresaban a Bilbao para instalarse en un piso de la calle Artekale. Allí les esperaba la Policía. Onaindia, Abrisketa y Arana fueron apresados pero Echevarría huyó, alcanzado por dos disparos. El etarra paró un taxi y pidió al conductor que lo llevara hacia Burgos. Durante el trayecto, el taxista advirtió que estaba herido y rechazó continuar. Echevarría le amenazó con matarle si no le llevaba o le dejaba el taxi pero Monasterio se resistió. El etarra le descerrajó cuatro tiros y huyó. Otro taxista encontró a su compañero agonizante en la carretera y lo llevó al hospital de Basurto, donde falleció. Casi treinta años después, Echevarría fue detenido en México. Fue condenado a 8 años de cárcel por fabricar explosivos. Los hechos anteriores a 1977 habían sido amnistiados.