El cabo Eugenio Recio García, de 51 años y padre de seis hijos, trabajaba en el cuartel de la Guardia Civil de La Salve en Bilbao. Llevaba 26 años en el Instituto Armado, veinte de ellos destinado en el País Vasco, pero iba a ser trasladado a Salamanca para estar más cerca de su pueblo natal, Pitiegua.
El 18 de junio salió de su casa a las 7:45 horas para ir a trabajar. Caminaba por la calle Las Viñas de Santurce hacia la estación de tren cuando un etarra se le acercó por la espalda y le mató de un tiro en la nuca.