Los agentes de la Guardia Civil Emilio Castillo López de la Franca y Victoriano Álvarez Álvarez regresaban del trabajo al cuartel de Intxaurrondo en coche. Eran más de las 14:00 horas, cuando al detenerse en un semáforo unos etarras les dispararon a corta distancia. Sucedió el 18 de marzo de 1993, en el cruce de la avenida Ategorrieta con el bulevar de Intxaurrondo. No tuvieron tiempo para defenderse. Emilio fue trasladado a la residencia Nuestra Señora de Aránzazu, donde ingresó cadáver. Victoriano sufrió heridas muy graves en abdomen y ambas piernas. Quedó incapacitado de forma permanente para su profesión.
Los miembros del comando “Basati”, Agustín Almaraz Larrañaga, José Ignacio Alonso Rubio y Sergio Polo Escobes fueron condenados. Además, debían pagar la correspondiente indemnización económica.