Dionisio Imaz Gorostiza, de 55 años, casado, con una hija y propietario de un taller mecánico en Ordizia, Guipúzcoa, fue asesinado el 9 de abril de 1979 por miembros del comando Cefe Sarasola.
Como cada día al anochecer, Dionisio fue al taller a sacar el coche para que su contable aparcara el suyo en su lugar, cuando dos etarras le dispararon ocho tiros que le mataron en el acto. Los asesinos huyeron en un vehículo en el que les esperaba un tercer cómplice. La Policía desarticuló el comando apenas un año más tarde, y Eugenio Antonio Irastorza Fernández y Agustín Cortés Lorenzo fueron condenados a 29 años de reclusión mayor y al pago conjunto y solidario de una indemnización económica a los herederos de la víctima.