Ceferino Peña Zubía, de 29 años, casado, padre de una niña y propietario de un taller de carrocería en Arrona, Gipuzkoa, fue asesinado por error por el comando Andutz, tal y como reconoció posteriormente ETA, cuyo objetivo era otro industrial de Arrona.
Aquella tarde del 16 de mayo de 1980, tres terroristas le dispararon a bocajarro en la boca, el pecho y el vientre cuando atendía a un cliente. Murió en el puesto de la Cruz Roja de Zumaya.
Teodoro Izaguirre Iglesias fue condenado a una pena de 27 años de reclusión mayor; Luis María Pedro Careaga Urquizu, como cooperante necesario, a 20 años y 1 día de prisión mayor; José Ramón Irusta Urain, como cómplice, a 12 años y 1 día de reclusión menor y Juan Lucha García, como conspirador, a 6 años y 1 día de prisión mayor. Los cuatro tuvieron que pagar una indemnización a los herederos de la víctima.
Posteriormente fue detenido José Antonio Galarraga Arrona, que fue condenado como autor del asesinato a 27 años de reclusión mayor y al pago de una indemnización.