Avelino Palma Brioa, guardia civil pacense de 31 años y natural de Olivenza, estaba casado y tenía dos hijos. Fue asesinado por el comando Araba el 4 de octubre de 1980, durante la celebración las fiestas patronales de la localidad alavesa de Salvatierra. Avelino y dos compañeros, el cabo primero José Luis Vázquez Plata y el agente Ángel Prado Mella, estaban encargados de controlar el tráfico de la clásica carrera ciclista del Rosario cuando fueron tiroteados mientras repasaban el trayecto de la prueba.
Avelino, que antes había estado destinado en San Sebastián y Burgos, ascendió a cabo tras un tiroteo con terroristas que pretendían atentar contra una antena de comunicaciones en el monte Igueldo.
Ignacio Arakama Mendia fue condenado a 20 años de prisión menor por cada una de las víctimas mortales; el sacerdote Ismael Arrieta Pérez de Mendiola, acusado de proporcionar los datos relativos a la carrera y la ubicación de los guardias civiles, a 10 años y un día de prisión mayor por cada uno de los asesinatos, condena más tarde rebajada a 6 años. También fueron condenados a indemnizar a los herederos de las víctimas pero, al declararse insolventes, el Estado tuvo que asumir dichas compensaciones.
Véase también Ángel Prado Mella y José Luis Vázquez Plata.