Antonio Torrón Santamaría, de 55 años, estaba casado y tenía un hijo y una hija, de 29 y 27 años, respectivamente. Aunque nacido en Burgos, llevaba 30 años viviendo en Vizcaya y pensaba jubilarse en marzo del año siguiente.
Antonio estaba destinado en la unidad del Servicio Fiscal en el puerto de Santurce, no muy lejos de su casa, en la calle Maestro Zubeldia de Portugalete. El 19 de julio de 1984, hacia las 14:30 horas, regresaba a su domicilio. Cuando se encontraba en el portal, dos terroristas se acercaron por la espalda y le dispararon un único tiro en la cabeza que le causó la muerte. Unas vecinas, sin éxito, trataron de evitar la pérdida de sangre tapándole la herida con una toalla.