El representante comercial Ángel Martínez Trelles, de 31 años, era natural de Oviedo, estaba casado y tenía una hija.
Hacia las 20:00 horas del 9 de noviembre de 1983, Ángel se encontraba en un bar charlando con el encargado del establecimiento cuando entraron dos miembros de ETA militar, uno fue hacia él y le disparó, causándole la muerte.
Ángel trabajaba ocasionalmente como camarero en el bar de la Hermandad de Antiguos Legionarios, situado en la plaza Conde de Mirasol, en el barrio de Bilbao la Vieja. La víctima había sido legionario paracaidista y formaba parte de la Hermandad, cuyo presidente, José María Maderal Oleaga, fue asesinado cinco años antes. Además, la sede de esta organización había sufrido un atentado con bomba a principios de ese mismo año.
El miembro del comando Vizcaya, Juan Manuel Gaztelumendi Uribarren, fue condenado a 29 años de prisión mayor, así como a la obligación de indemnizar a los herederos de Ángel.
Véase también José María Maderal Oleaga.