Ambrosio Fernández, jubilado de 79 años, dormía en su casa cuando el 6 de enero de 2007 unos jóvenes radicales que practicaban violencia callejera lanzaron unas bombas incendiarias contra el cajero de la Caixa situado en el bajo del inmueble en el que vivía, en la localidad guipuzcoana de Mondragón.
El anciano, desalojado junto a otros vecinos, fue ingresado días después en la UCI de un hospital, donde falleció el 3 de marzo después de permanecer dos meses ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos. Un médico certificó que lo sucedido esa noche provocó el empeoramiento de la salud del anciano y su muerte.
El Ministerio del Interior lo incluye en su relación de víctimas de ETA y grupos afines.
Ambrosio Fernández Recio era un jubilado de 79 años que residía en Mondragón. En la planta baja de su edificio había una sede de La Caixa que el 5 de enero de 2007 fue objeto de un ataque por parte de radicales que practicaban la violencia callejera. Los agresores utilizaron cócteles molotov que provocaron un importante incendio que calcinó la oficina y obligó a desalojar el edificio. Los problemas de salud de Ambrosio Fernández se complicaron desde entonces. Durante dos meses permaneció ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos y finalmente falleció en marzo. Está oficialmente reconocido como víctima del terrorismo.