Alfredo Ramos Vázquez, de 56 años, era natural de Borrajeiros, en la provincia de Pontevedra, estaba casado y tenía dos hijas. Desde hacía 18 años era propietario del bar Stadium, en Barakaldo.
A Ramos se le relacionó con la ultraderecha de Vizcaya en los reportajes que la revista Interviú publicó en diciembre de 1979. En ellos se mencionaba también a Jesús García García, a quien ETA asesinó el 5 de enero de 1980.
A raíz de estas acusaciones, Ramos envió diversas cartas a la prensa bilbaína para aclarar que ni él ni su familia pertenecían a ningún grupo político y que no habían realizado ninguna de las acciones que se mencionaban en el reportaje de la revista.
El 23 de enero, dos terroristas de ETA, encapuchados y armados, entraron en el bar y sujetaron por el brazo a Ramos mientras amenazaban a su esposa, su hija y una sobrina para que se mantuvieran quietas. Los etarras le introdujeron a la fuerza en un coche donde había otro encapuchado y le llevaron hasta la zona minera de La Arboleda.
En ese lugar, Ramos fue interrogado y asesinado de cinco tiros en la cabeza. Media hora después, un comunicante anónimo avisó al diario Egin del lugar donde se encontraba el cadáver. La policía lo encontró en una cuneta, junto a la mina Matamoros, con la cabeza cubierta por una capucha y las manos atadas a la espalda.
ETA militar asumió la autoría del asesinato. El periodista de Interviú, Francisco Xavier Vinader Sánchez, y el ex policía Francisco Ros Frutos, como fuente informativa del reportaje, fueron condenados a 7 y 4 años de prisión respectivamente, además del pago de la indemnización a los herederos de la víctima.
Véase también Jesús García García.