El capitán de farmacia, Alberto Martín Barrios, de 39 años, estaba casado y tenía tres hijos. Fue secuestrado por miembros de ETA político-militar VIII Asamblea, una escisión minoritaria de la rama político-militar de ETA.
El 5 de octubre, Alberto salió de su casa poco antes de las 8:00 horas tras despedirse de su esposa, María Ángeles Alonso Linaje, para ir al trabajo en el Gobierno Militar de Bilbao. Tenía como costumbre llamar a su mujer a las 10.00, pero ese día no lo hizo. A las 11.00, María Ángeles telefoneó a Alberto pero aún no había llegado al trabajo. En ese momento se dispararon las alarmas. Su vehículo fue encontrado cerca del edificio militar donde trabajaba, sin signos de violencia y con una pistola en el interior. Poco después se encontraron las llaves del coche, por lo que todo indicaba que se trataba de un secuestro. El 6 de octubre, ETA político-militar VIII Asamblea se atribuyó la autoría del secuestro y exigió la suspensión del juicio contra los miembros de la banda detenidos por el asalto al cuartel del Ejército en la localidad catalana de Berga, hacía dos años.
En los días posteriores, los terroristas sometieron a un pulso a los medios de comunicación. La banda envió una carta a TVE exigiendo que leyera en sus informativos un texto en el que se cuestionaba la jurisdicción militar por la que iban a ser juzgados los asaltantes de Berga. El 13 de octubre la banda fijó un plazo de treinta y seis horas para que el escrito fuera leído en los informativos de las 15:00 y de las 20:30 horas. El ultimátum iba acompañado de dos fotografías en las que aparecía el militar con barba de varios días delante de una ikurriña y de carteles y pegatinas de la banda terrorista.
TVE emitió el día 13 una parte del escrito etarra condicionando la difusión completa del mismo a la liberación del capitán. RNE emitió, a petición de los familiares del secuestrado, un resumen en el informativo España a las ocho. Los periódicos vascos publicaron íntegro el documento etarra así como algunos de los diarios de Madrid.
Finalmente, el militar fue asesinado el día 18. Su cuerpo sin vida, con la boca amordazada, apareció en una caseta cerca del cruce de El Gallo, en Galdácano. Alberto había recibido un impacto de bala en la sien derecha.