Agustín Ruiz Fernández de Retana, subcomisario del Cuerpo Superior de Policía, de 43 años y soltero, trabajaba en las oficinas de expedición del Documento Nacional de Identidad (DNI) en la comisaría de Vitoria y era colaborador directo de la gobernadora civil de Álava.
La noche del 29 de julio de 1985, tras reunirse con unos amigos en un bar que solía frecuentar, fue asesinado de un disparo en el cuello. ETA justificó su acción alegando que Agustín pertenecía a las “fuerzas de ocupación españolas”.
Ricardo Izaga González y Jesús Díaz de Heredia Ruiz de Arbulo fueron condenados a 29 años de reclusión mayor y a indemnizar económicamente a los herederos de la víctima.