El inspector de policía Agustín Martínez Pérez, leonés de La Bañeza, de 26 años, soltero y desde hacía cuatro años destinado en la comisaría de Sestao, murió en el atentado del restaurante Rancho Chileno, en el que solían comer miembros del Cuerpo Superior de Policía. El 22 de marzo de 1982, tres terroristas entraron en el establecimiento y ametrallaron a cuatro inspectores de Policía y una joven civil. Agustín Martínez Pérez, Alfonso Maside Bouzo y la joven Cristina Mónica Illarramendi, que acompañaba a los policías, murieron; mientras que los inspectores Miguel Ángel Cabezas Fernández y Miguel Ángel Fernández Martínez resultaron heridos. El etarra Enrique Letona Viteri fue herido en una pierna, pero consiguió huir junto al resto de terroristas.
Enrique Letona Viteri, Ángel Luis Hermosa Urra y Miguel Arrieta Llopis fueron condenados a 28 años de reclusión mayor por cada una de las tres víctimas mortales, a dos penas de 18 años por cada asesinato frustrado y al pago conjunto y solidario de las respectivas indemnizaciones. Juan Carlos Echeandia Zorroza fue condenado como cómplice por facilitar información de Agustín, a una pena de 18 años de reclusión menor y dos de 17 años, 4 meses y 1 día, así como al pago de una indemnización a los herederos de las víctimas y a los heridos; mientras que Juan Ignacio Aldana Celaya, como encubridor, fue condenado a 10 años y 1 día y a 5 años por cada uno de los asesinatos frustrados, más al pago de una indemnización.
Véase también el atentado de Alfonso Maside Bouzo y Cristina Mónica Illarramendi.