Los policías municipales Eloy García Cambra, navarro de 44 años, y su compañero Ignacio Rubio identificaron en la estación de autobuses de Galdácano a un individuo sospechoso: un miembro de ETA que había quedado allí con otros tres terroristas. Eloy, sin saber que era un etarra, se quedó solo con el sospechoso mientras su compañero se trasladaba a Basauri para informar del arresto a la Guardia Civil. Los otros tres etarras vieron a su compañero con el policía y le dispararon a quemarropa y por la espalda. Después se dieron a la fuga en un taxi, que se topó con el coche de la Guardia Civil en el que regresaban dos agentes y el otro policía municipal. Se inició entonces un tiroteo en el que resultó herido un guardia civil. Los etarras lograron huir. Miles de personas acudieron al funeral de Eloy García. La víctima era policía municipal desde hacía quince años, estaba casado y tenía cuatro hijos. Casi todos los comercios de Galdácano cerraron en señal de duelo.