José Edmundo, valenciano de 42 años, casado y con tres hijos, era ingeniero de caminos, canales y puertos y máximo responsable de Ferrovial en la Comunidad Valenciana. La polémica siguió desde un principio al proyecto de autovía diseñado por esta empresa, por la oposición etarra a su construcción. La noche del 4 de marzo de 1991, dos miembros del Comando Ekaitz entraron en las oficinas de la compañía y tras localizar el despacho de Casañ le dispararon en la cabeza, y le mataron en el acto.
Fernando Díez Torres fue condenado a 38 años de cárcel y José Luis Urrusolo Sistiaga a 45 años. Ambos tuvieron que indemnizar económicamente a sus herederos.
Broseta, de 59 años, era natural de la localidad alicantina de Bañeres, estaba casado y tenía tres hijos de su matrimonio anterior. Fue licenciado en Derecho por la Universidad Literaria de Valencia en 1955 y se doctoró en la Universidad de Madrid en 1959. En 1964 consiguió la cátedra de Derecho Mercantil de la Facultad de Derecho de la Universidad de Valencia.
Fue secretario de Estado para las Autonomías durante el Gobierno de Adolfo Suárez y, entre 1979 y 1982, senador por la provincia de Valencia por Unión de Centro Democrático (UCD). Asimismo, en 1991 había sido nombrado miembro del Consejo de Estado y presidente del Consejo de Cultura de la Ciudad de Valencia. Se le impuso la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio a título póstumo. En 2001, el Ayuntamiento de Valencia le concedió el título de hijo adoptivo de la ciudad. Se creó la Fundación Profesor Manuel Broseta Pons, que desde 1992 entrega anualmente el Premio Convivencia.
ETA decidió asesinar a Manuel Broseta Pons, “al considerarlo objetivo primordial por su gran relevancia” como “miembro del Consejo de Estado español, responsable de la Ley de armonía de las autonomías y miembro del consejo de administración de numerosos bancos españoles”.
El 15 de enero de 1992, Manuel estaba caminando por los jardines de la Facultad de Derecho junto a una alumna para dirigirse a clase. Dos miembros del comando Ekaitz de ETA se acercaron y uno de ellos le disparó en la cabeza y le mató en el acto. Los dos etarras huyeron en un coche robado que cargaron de explosivos y abandonaron en el cruce de la avenida de Aragón con la calle de Amadeo de Saboya. El vehículo estalló mientras era examinado por artificieros. El policía nacional José Vicente Martos fue herido gravemente y estuvo durante más de dos años ingresado en el hospital.
El etarra Francisco Múgica Garmendia, Pakito, y José Luis Álvarez Santacristina, Txelis, fueron condenados a 30 años. José Luis Urrusolo Sistiaga fue sentenciado a 28 años. Además, debían pagar una indemnización económica a los herederos de Broseta.
Josefina Corresa Huerta, de 43 años, estaba casada y tenía dos niñas. El 16 de diciembre de 1995, ETA hizo estallar cinco bombas en El Corte Inglés de Valencia, en plena campaña de Navidad.
Los etarras avisaron de la colocación de los explosivos, pero no concretaron en cuál de los cuatro edificios que la cadena comercial tenía en Valencia se encontraba el artefacto. Los terroristas pusieron una bomba en el lavabo de señoras de la cafetería de El Corte Inglés, que explotó el sábado a la hora de la comida, día y hora con la que pretendían hacer el mayor daño posible. Otra bomba estaba escondida en otra planta del edificio, pero no llegó a estallar. Hubo ocho heridos, entre ellos, su hija y su marido.