Conrada Muñoz Herrera, de 55 años, fue la primera persona que ETA asesinó en Granada. Estaba de vacaciones en su casa del pueblo, en la localidad granadina de Montillana, cuando recibió un paquete a nombre de su hijo, Dionisio Bolívar Muñoz, el 11 de agosto de 1989. Al abrirlo, el libro-bomba explotó causándole heridas de extrema gravedad. Fue trasladada a un hospital de Granada, donde ingresó cadáver. La explosión también hirió a otro de sus hijos y a una sobrina.
El explosivo fue enviado al domicilio habitual de su hijo Dionisio, en la ciudad de Granada, pero desde allí alguien lo reenvió a Montillana, donde se encontraba Conrada. Dionisio había registrado anteriormente esa dirección cuando trabajaba en una cárcel de Murcia. En el momento del atentado, trabajaba como funcionario de prisiones en el centro penitenciario del Salto del Negro en Las Palmas de Gran Canaria.
El día anterior, el funcionario de prisiones Juan Antonio Piñero también había recibido un paquete bajo el mismo procedimiento. Sin embargo, al sospechar de su contenido, lo pasó por un detector de objetos, descubriendo en su interior la bomba que la Policía desactivó con éxito.
José María Arregui Erostarbe, considerado jefe del aparato logístico de ETA fabricó dos bombas que simulaban ser libros. Por su lado, Francisco Múgica Garmendia se las entregó a los etarras del comando Itinerante de Henri Parot y Jacques Esnal para que las remitieran a los funcionarios Dionisio Bolívar y Juan Antonio Piñero. Parot, Garmendia y Arregui Erostarbe fueron condenados a penas de prisión y obligados a indemnizar a los herederos de Conrada y a dos heridos. El etarra Esnal cumpliría condena perpetua desde 1997 en Francia.
Domingo Puente Marín, de 51 años, estaba casado, tenía tres hijos y trabajaba como peluquero en la base aérea de Armilla.
El 10 de febrero de 1997, a las 7:13 horas, una bomba colocada por ETA explotó al paso de una furgoneta del Ejército del Aire, cerca de una urbanización en la carretera de la base aérea de Armilla, en Granada. En el atentado murió Domingo y resultaron heridas 17 personas. Varios miles de personas asistieron a su funeral en el pueblo granadino de Güéjar Sierra.
José Luis Barrios Martín fue condenado por el asesinato de Domingo y por los 17 delitos de asesinato en grado de tentativa.
El 9 de octubre de 2000, Luis Portero García volvía a su casa después de acabar la jornada como fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA). A las 14:15 horas, llegó al portal de su casa y cuando esperaba el ascensor un etarra le disparó dos tiros por la espalda. Murió pocas horas después en el Hospital de Traumatología de Granada. La familia de Portero donó sus órganos.
Los etarras que cometieron el atentado abandonaron un vehículo cargado de explosivos muy cerca del lugar del asesinato. Informaron al diario Ideal de la ubicación y la hora prevista para el estallido. La explosión no causó daños personales.
Portero, de 59 años y natural de Madrid, era esposo de la hermana del entonces alcalde de Málaga, con la que tenía cuatro hijos. Se licenció en Derecho en la Universidad Complutense de Madrid. Ingresó en la Escuela Judicial en 1966 y desde 1967 comenzó la carrera fiscal, ejerciendo en las audiencias de Barcelona, Málaga y Las Palmas de Gran Canaria, hasta que en 1989 fue nombrado fiscal jefe del TSJA. Era profesor e investigador de Derecho Penal en las universidades de Málaga, Las Palmas y Granada. En 2002, en la Facultad de Derecho se inauguró el Aula de Estudios en Memoria de Luis Portero. Su familia constituyó la Fundación Luis Portero en su memoria.
Los etarras del “Comando Andalucía” de ETA Harriet Iragi Gurrutxaga y Jon Igor Solana Matarrán fueron condenados a 54 años de prisión. Olarra Guridi fue condenado a 30 años de cárcel. Además, debían indemnizar económicamente a los herederos de Portero.